Normalmente pensamos que esas pequeñas grietas que aparecen en las fachadas son sólo una cuestión estética y que con un poco de pintura es suficiente para resolver el problema, pero la verdad es que pueden ser signo de desgaste en la superficie y con el paso del tiempo representan un factor que puede llegar a perjudicar el estado estructural de la casa.
¿Cómo reparar una fisura?
La reparación de una fisura en la fachada está directamente relacionada a la causa y el tipo de fisura que se observe. Hay grietas en forma lineal, otras que se observan como fisuras en varias direcciones o las fisuras que tiene forma de mapa. Es fundamental encontrar una solución adecuada según las características de la fisura para que el daño no se extienda con el pasar del tiempo.
En primer lugar, una revisión periódica de la fachada es la mejor forma de prevenir problemas más grandes. Además, el mantenimiento oportuno de las mismas también ayuda a reforzar las fisuras que aún no son visibles. Pero cuando la grieta se hace evidente es necesario utilizar un producto que actúe como un puente entre las dos partes que se han separado. Los materiales que se usarán en este proceso deben caracterizarse por su alta resistencia al agua de lluvia, deben ser materiales que se adhieran fácilmente a los productos que se usan en la construcción de fachadas y que ofrezca protección ante los rayos UV. El nivel de cubrimiento, la transpirabilidad, su calidad de limpieza y la inalterabilidad de sus componentes también juegan un papel importante a la hora de escoger un material idóneo para la reparación de las fisuras.
Antes de aplicar el producto para reparar las fisuras es necesario preparar la superficie. Se deben eliminar los resto de materiales de construcción como el cemento, sacar el polvo o los residuos que impidan la correcta fusión entre el revestimiento y la fachada, y retirar los restos de pintura que puedan quedar, de esta manera la superficie estará lista para aplicar sobre ella el producto antifisuras siguiendo las indicaciones y recomendaciones del fabricante.
Escoger una pintura ideal refuerza el revestimiento de las fachadas.
Las pinturas para revestimientos de fachadas están especialmente diseñadas para resistir los efectos del agua, del polvo, el viento y los rayos del sol, por eso escoger una pintura especialmente diseñada para estas superficies ayuda en la buena conservación de los revestimiento y el estado general de las fachadas. Pero estas pinturas no juegan un papel exclusivamente de conservación, sino que la estética que aportan a toda la casa también es bastante importante.
Es bien sabido que la fachada es la primera de vista de una casa y habla bastante del interior de la misma, por lo que escoger un color que armonice el interior con el exterior le dará una apariencia de continuidad a todo el espacio. Los colores claros son ideales para las casas que se encuentran particularmente expuestas al sol, debido a que este tipo de tonalidades reflejan mejor la luz solar y ayudan a la conservación del revestimiento.
La textura de la superficie también puede llegar a afectar la visión final del tono. Debido a las alteraciones que se producen entre la luz y la sombra es bueno hacer una prueba de color antes de cubrir toda la superficie.
Tomar en cuenta la extensión de la casa también es importante a la hora de escoger un buen color, por lo que entre más grande sea, es muy recomendable usar más de un color para jugar con las dimensiones. Además, combinar los colores con las tonalidades de las edificaciones vecinas también le dará un aspecto uniforme y continuado a todo el ambiente.
La prueba de color es indispensable en todos los casos, ya que la luz solar provoca que los colores se observan más claros de los que aparecen en la muestra. Además, las diferentes horas del día ayudarán a saber qué tan bien se ve el color en diferentes momentos.