¿Estás pensando en comprar o vender una vivienda? Entonces, se preguntará cómo realizar la tasación. Conocer la valoración de una vivienda con la mayor precisión posible es el primer paso de la operación, pero ¿cómo realizar la valoración de inmuebles?
La tasación de viviendas se realiza con la mayor normalidad. Sólo hace falta comprender el proceso y, muy recomendable, tratar con un tasador profesional para que la valoración de vivienda sea precisa y eficiente. Veamos cómo.
¿Qué es la valoración de vivienda?
La valoración de inmuebles en Madrid, Barcelona, Valencia… es la determinación del valor, a efectos fiscales y de pago de impuestos, de una vivienda por parte de la administración. Es decir: la tasación de una vivienda determina el valor de mercado del inmueble.
Por norma general, la tasación se realiza con la ayuda de un tasador, que es un experto en Valoración Inmobiliaria. El tasador está especializado para ayudar en conflictos que impliquen la tasación de edificios o viviendas.
¿Cómo se realiza la valoración de una vivienda?
La valoración de una vivienda se realiza teniendo en cuenta los siguientes factores: ubicación, iluminación, superficie, estado de conservación y distribución de espacios del inmueble.
Cuando pides una tasación, la tasadora te envía un presupuesto. Si estás conforme, el tasador se pone manos a la obra siguiendo este proceso:
Comprobar la información del inmueble: lo primero que hace un tasador es pedir una nota simple al Registro de la Propiedad para verificar que la información que le has dado de la vivienda coincide con la realidad. De paso, el tasador aprovecha para pedir una copia de la escritura del inmueble y contrasta los datos con el catastro y el ayuntamiento.
Visitar la vivienda y analizarla: el siguiente paso del tasador es ir al inmueble y estudiarlo al detalle, a la vez que analiza el estado del edificio —por ejemplo, si ha pasado la Inspección Técnica de Edificios y cuál es el aspecto exterior—. En este paso también se tiene en cuenta la ubicación de la vivienda.
Analizar la superficie, iluminación y zona de residencia: el siguiente paso del tasador es estudiar la superficie de la vivienda, pues no todos los metros cuadrados valen lo mismo; puede haber partes reformadas y otras directamente estropeadas. En este paso también se tiene en cuenta la iluminación de la vivienda, pues un piso con mucha luz natural tiene más valor que uno que da a un patio interior. También analiza cuál es la zona de residencia.
Estudiar la distribución: la distribución de la vivienda es otro factor importante, pues el aprovechamiento del espacio interior influye directamente en el precio. Por ejemplo, no gustan los pasillos muy largos ni las habitaciones muy oscuras; por eso, el tasador echa un vistazo a las ventanas y, de paso, a su aislamiento para tener en cuenta la temperatura y aislamiento acústico de la vivienda. También se fija en si el edificio tiene o no ascensor, pues esto puede alterar mucho el valor del inmueble.
¿Cómo se tasa una vivienda?
Recopilada toda esta información, el tasador procede a realizar la valoración de la vivienda. Para ello, con la información disponible, estudia el mercado de inmuebles a la venta en la zona donde se encuentra la vivienda con un muestreo, hace simulaciones de compra y recurre a portales inmobiliarios para conocer los precios de los alrededores. Cuando el tasador tiene el valor final de la vivienda, lo firma y lo envía al cliente.
Como ves, la valoración de una vivienda es un proceso sencillo y sin muchos contratiempos. Aunque lo recomendable es contar con la ayuda de un tasador, es algo que puedes hacer tú mismo para ponerle el precio adecuado a tu vivienda y puedas venderla o alquilarla de forma que te suponga el mejor beneficio.