A pesar de que hoy en día existen luminarias de numerosos formatos y para todos los gustos, las lámparas, ya sean de sobremesa o de pie, siguen siendo una opción muy del gusto de muchos usuarios.
Sin embargo, muchas lámparas tienen un aspecto que es mejorable, la pieza más sensible siempre es el cable, que se desgasta, se daña o se pela. En la web lamparasde.net nos muestran distintos tipos de estas luminarias.
En caso de que se rompa el cable, estos consejos te servirán de ayuda, pues vas a poder repararla sin necesidad de adquirir una nueva lámpara.
¿Es difícil cambiar el cable de una lámpara?
No se necesitan grandes conocimientos sobre electricidad para cambiar el cable de una lámpara, pero sí prestar atención a la seguridad. Para ello, el primer paso es desconectar la lámpara de la corriente.
A continuación, con un destornillador se quita el extremo que encaja en la pared y por el otro se desmonta la bombilla. Existen infinidad de modelos de lámparas, como vemos en lamparasde.net, pero por lo general los mecanismos son muy similares.
En los extremos de la lámpara siempre hay un tornillo que sujeta el cableado y también hay que quitar. No obstante, otras luminarias fijan directamente la cuerda a la lámpara en su parte superior.
Cuando el cable esté liberado hay que cambiarlo por uno de idénticas condiciones, insertándolo en el portalámparas, añadiendo el prisionero y el tornillo. La parte pelada del cable se pasa por los huecos del borne y se fija. Tras esto, se mete en el casquillo y se enrosca. Finalmente, se coloca el enchufe que se ancla a la pared con el tornillo.
¿Cuáles son las partes de una lámpara?
Prisionero, borne, casquillo, portalámparas. Todos estos son los elementos de una lámpara. El borne es la parte metálica que va unida al cable, por él van a pasar los extremos pelados y hacer conexión.
El casquillo es la parte más próxima a la bombilla y va generalmente a rosca. El portalámparas es la pieza metálica donde encaja el casquillo. El prisionero, finalmente, es la parte enrosca que sujeta el cable. Es la última en retirarse y la primera en ponerse.
¿Cómo cambiar el cable de una lámpara?
Para cambiar el cable de una lámpara necesitas materiales que se pueden encontrar en cualqueir ferretería. El cable eléctrico es imprescindible, como puedes imaginar. A este se suman la clavija, cinta aislante, tijeras o una cuchilla y un destornillador.
El destornillador sirve para desmontar el portalámparas. El sistema de rosca que incluye da acceso a los cables. El portalámparas y el casquillo se pueden mantener en la luminaria si su estado es bueno.
Los cables nuevos a instalar requieren del uso de una guía de electricista, pero como ese utensilio puede sonar desconocido para muchas personas, otra alternativa es usar la manguera de tres hilos, dejar los colores a la vista y unirla con cinta aislante a los cables viejos.
El siguiente paso es tirar de los cables por el otro extremo para pasar la manguera. La clave es dejar la unión con un espesor muy reducido para evitar la rigidez que dificulta el paso. A continuación cortas con el cortacables y pelas los cables para volver a hacer las conexiones. Si tienes maña suficiente puedes usar una cuchilla, pero si no es tu caso, hazlo con un pelacables.
La siguiente fase es abrir la carcasa del regulador y comprobar dónde están los tornillos pequeños, que indican cuál es el lugar donde conectar los cables. Las fichas de empalme tienen un icono que puede ser N de neutro, el central con una T con tres palos es la tierra y el último es el de fase.
Las lámparas, como otros aparato eléctricos, tienen una pletina de plástico con dos tornillos que actúan a modo de prisionero. Su función es impedir que los cables se salten de las conexiones en caso de tirar de ellos. Así se evita un cortocircuito. El prisionero tiene que estar bien apretado con el destornillador.
Finalmente, la conexión se ejecuta siguiendo los pasos anteriores: los tres cables a sus posiciones y apretando bien el prisionero. Esta es la forma de cambiar el cable sin riesgos y de manera eficaz.