Ante la llegada del frío va apeteciendo poner la calefacción, aunque este año con la subida del precio de la luz lo último que apetece es aumentar la factura. ¿Esto significa que nos quedaremos sin calefacción? ¡No! Significa que nos toca ponernos manos a la obra y explorar cuáles son las opciones más económicas y eficientes para nuestro hogar, porque se puede tener la casa adecuadamente climatizada sin arruinarse en el intento.
¿Cuál es el sistema de calefacción más barato?
Al hablar de los sistemas de calefacción más económicos quizás conviene cuestionarse qué es lo que nos interesa, si ahorrar dinero en la instalación o amortizar los usos. Al respecto de esto, suele pasar que se apuesta de primeras por equipos de calefacción eléctrica portátiles como son los radiadores y luego nos llevamos el susto con la factura. La alternativa más barata sería el gas natural, que, de hecho, es el sistema de calefacción más demandado en los hogares españoles. ¿Cuál es el problema? Que no se encuentra disponible en todo el país.
Aunque se está trabajando para mejorar la red de suministro de gas natural, su consumo en todo el país continúa siendo algo relativamente lejano, de modo que es adecuado plantearse otras alternativas como son la calefacción de butano, propano y gasoil, pero también destacan por su elevado precio. Por el contrario, las calderas de bomba de calor y las calderas de biomasa muestran un mayor ahorro energético, mayor capacidad para mantener el calor y compatibilidad con el medio ambiente, lo que nos lleva a la siguiente consideración.
¿Qué hay de la eficiencia energética?
La compatibilidad con el medio es esencial, ya que, aunque nosotros queramos estar calentitos en invierno, a los pingüinos de la Antártida muy probablemente les apetezca más estar frescos. Por esto, en el momento de seleccionar sistemas de calefacción, mucho valorar que aparte de ser una opción barata a largo plazo, su impacto en el medio sea el mínimo posible.
Retomando las bombas de calor, tanto el precio por KW como el potencial contaminante son reducidos, con el plus adicional de que el sistema sirve tanto de como calefacción en los meses de invierno como de aire acondicionado en los meses de verano, lo que en conjunto reduce los costes de instalación con respecto a dos sistemas independientes.
Las calderas de condensación serían otra muy buena opción, ya que su consumo de combustible es inferior al de otros sistemas y su potencial contaminante es bajo, lo que en contraste con su buen rendimiento energético lo convierte en una opción muy apta.
¿Qué sistema de calefacción es el mejor para mi hogar?
Es importante tener en cuenta que no todas las opciones sirven para todos. El tamaño de tu casa y sus materiales de construcción, el número de ocupantes y el clima del lugar en el que vives son en último término los que determinan el mejor sistema de calefacción para ti.
Teniendo eso en cuenta y luego de explorar las distintas opciones que hay en el mercado (caldera de gas natural, caldera de biomasa, calefacción eléctrica por convección, suelos radiantes, etc.), se debe hacer un balance en base a las consideraciones hoy explicadas: precio, eficiencia energética y potencial contaminante.
Con eso podrás seleccionar la opción que mejor se adapta a las necesidades de tu hogar, ahorrando al tiempo que no pasas frío durante los meses de invierno.
¿Y tú por qué opción te decantarías? ¿Cuentas ya con un sistema de calefacción eficiente? ¿Qué otras alternativas usas para hacer frente al frío?