Uno de los elementos más importantes en una comunidad de vecinos son las puertas que nos permiten llevar a cabo el gesto tan cotidiano de poder entrar y salir con comodidad. Para que la misma esté siempre en las mejores condiciones de funcionamiento es necesario proporcionarle un mínimo de mantenimiento de forma habitual. Asegurarnos de que se encuentra engrasada y limpia, vigilar el estado de los muelles o evitar las caídas y los roces, son algunas de las acciones que pueden suponer un gran cambio de calidad en nuestras puertas y que merece mucho la pena poner en práctica.
Muchas veces tendemos a olvidarnos de algunos elementos a nuestro alrededor que cumplen con una función básica pero importantísima, como pueden ser las puertas del portal o de la comunidad de vecinos. La mayoría de personas no les prestamos la más mínima atención hasta que ya es tarde y se han roto, han dejado de funcionar correctamente o tienen un desperfecto estético muy visible que nos hace fijar la vista en ellas. Una vez que esto ocurre, tenemos que pasar por todo el trámite de arreglarla sin saber exactamente cuándo va a poder estar otra vez en perfectas condiciones.
Para evitar este problema, una muy buena solución es contar con un buen servicio de mantenimiento para este tipo de puertas y así controlar su estado con periodicidad, para evitar de manera más efectiva sus desperfectos, tanto estéticos como de funcionamiento. Vamos a conocer un poco más sobre el tema y cuáles son los aspectos más importantes en los que tenemos que fijarnos a la hora de mantener la puerta de nuestro portal tan perfecta como el primer día.
La importancia del muelle
Uno de los aspectos esenciales para el correcto funcionamiento de este tipo de puertas es la pieza del muelle y que permite que ésta puede cerrarse sin problemas una vez que alguien la haya abierto para entrar o salir. Si notamos que la puerta no cierra del todo o hace algún tipo de movimiento raro, es posible que tengamos que mirar y arreglar el muelle. Se trata además, de una de las piezas que más desgaste sufre de toda la puerta, ya que es bastante grande el trasiego diario de vecinos que pueden llegar a utilizarla.
Existen diferentes tipos de muelles en función de la clase de puerta que tengamos, pero todos suelen funcionar con un mecanismo muy parecido. Pero una parte muy importante del muelle son sus tornillos y que los mismos estén colocados y ajustados correctamente para permitir el movimiento que queremos. Es por eso que a la hora de instalar o arreglar un muelle para este tipo de puertas, lo mejor será confiar en los profesionales del sector, que podrán hacerlo de la manera más rápida y efectiva.
Mantenimiento periódico
Al tratarse de un elemento tan importante en nuestra vida cotidiana, debemos asegurar su correcto funcionamiento con un mínimo de mantenimiento de forma periódica. Así podremos actuar a tiempo ante posibles roturas o desperfectos incipientes, y evitar que se puedan romper del todo con el paso del tiempo. En estos casos, es siempre muchísimo mejor prevenir que curar y ofrecerle a nuestra puerta los cuidados que necesita para mantenerse en las mejores condiciones posibles.
Además de prestar atención especial al muelle, una de las principales piezas de las que se compone, existen otras acciones que podemos poner en marcha y que también pueden resultar realmente eficaces en este proceso. Por ejemplo, podemos asegurarnos de que se encuentre engrasada a la perfección y limpia, tanto por dentro como fuera, para evitar chirridos incómodos o movimientos más bruscos de lo normal. Además, es conveniente tomar conciencia de la importancia de la puerta e intentar evitar, en la medida de lo posible, caídas, golpes o roces que puedan causarle algún tipo de desperfecto importante. Se trata de un elemento comunitario que usamos todos los vecinos y como tal, todos debemos participar en su cuidado.