La entrada de agua dentro de una construcción es uno de los primeros puntos a resolver una vez que son detectadas. El agua produce la temible humedad que puede terminar con los materiales y la calidad de los acabados, además de extender el problema hacia otras zonas.
Las grietas o fisuras que canalizan la entrada del agua se pueden localizar en diferentes zonas: infiltraciones en el techo, en paredes verticales o en el suelo. Todas ellas tienen el mismo riesgo y problemática.
Existe una especial diferencia entre grietas y fisuras: las grietas son lesiones que llegan a atravesar todo el espesor del muro. En cambio, las fisuras afectan directamente a la capa exterior de los muros. De todos modos, son señales que indican que algo no va bien (sobre todo si filtran el agua), aunque no siempre entrañan un peligro aparente.
Posibles causas de tener fisuras o grietas
La causa principal de la aparición de las grietas suele ser por un desequilibrio entre las tensiones diseñadas a soportar por el muro y las que soporta en la realidad.
Otra causa muy común es la relacionada con la mala calidad de los materiales, en muchas ocasiones la dilatación del material por los cambios de temperatura lleva consigo la aparición de grietas y fisuras.
Cuando una grieta o fisura ofrece una salida de agua, estamos ante las temidas fugas de agua. Además de la detección de la causa de las fugas de agua, es prioritario sellar con suma eficacia las fugas de agua.
Tipos de fugas de agua
Por otro lado, es muy importante conocer el tipo de fuga de agua al que se va a hacer frente. En términos generales, existen dos tipos de fugas de agua: fugas de agua sin presión y fugas de agua con presión.
En el caso de las fugas de agua sin presión, su principal característica es que la salida del agua tiene su origen en el propio efecto de la gravedad (por ejemplo, el agua de la lluvia).
Las fugas de agua con presión, son filtraciones donde la salida del agua posee una fuerza y presión más allá que el efecto de la gravedad. La velocidad y el caudal del agua, son dos factores fundamentales que determinan la gravedad de este tipo de fugas, así como la elección de la mejor solución para sellarlas.
Tipos de soluciones para sellar una entrada de agua a través de fisuras o grietas
Existen diferentes soluciones de sellado de las fugas de agua en grietas y fisuras. A continuación, vamos a enumerar las opciones más eficaces que existen para sellar las fugas de agua:
- Inyecciones de poliuretano. Esta solución consiste en taponar las grietas con un compuesto tipo resina, siendo inyectado directamente en las grietas o fisuras.El componente, dependiendo del material y el tipo de fuga, puede ser más rígido o más flexible. Al entrar en contacto con el agua, aumenta su volumen de manera importante creándose un compuesto de tipo espumoso que va ocupando la superficie de la grieta o fisura. A través de unos inyectores o packers, sella las fugas con su sistema anti retorno. Es posible conocer más sobre esta eficaz solución en https://www.lemara.es/inyecciones-poliuretano/, donde puedes comprobar las características y detalles de este producto anti fugas de agua.
- Morteros o cemento de fraguado rápido impermeabilizante. Estos productos son un tipo de compuesto con base de cemento especial para eliminar filtraciones de agua. Se trata de un polvo seco que, en contacto con agua, adquiere una consistencia pastosa y sólida, la cual se aplica sobre la filtración o grieta.Al ser de fraguado rápido, sella las filtraciones de manera instantánea. Smplemente se necesita ejercer una pequeña presión de unos cinco minutos para asegurar el sellado. Una vez detenida la fuga de agua, se retirará el exceso de componente utilizado. Existen una gran variedad de productos de esta gama: mortero impermeable de fraguado ultrarrápido, mortero impermeable semiflexible, mortero impermeable tapaporos, mortero impermeable osmótico e incluso mortero impermeable con polímetros.
- Inyecciones de gel acrílico. La solución basada en inyecciones de gel acrílico está diseñada para sellar fugas en grietas de menor espesor. La baja calidad viscosa de este gel facilita su penetración en este tipo de fisuras. Una vez endurecido este gel acrílico, genera una masa un tanto elástica que sella la fuga e incluso puede soportar cierto movimiento.
Una vez sellada de forma exitosa la fuga de agua, es conveniente detectar su origen y causa para poner una solución final y proteger la zona ante nuevos episodios similares.